miércoles, 23 de diciembre de 2020

LA GLORIA DE DIOS HA SIDO RESTAURADA EN TI - Joseph Prince

LA GLORIA DE DIOS HA SIDO RESTAURADA EN TI

Y la gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, como nosotros somos uno.
Juan 17:22

Cuando Dios hizo al hombre, la Biblia dice que Dios lo coronó de gloria y honor (ver Salmo 8: 5). La palabra "coronado" aquí significa abarcar o rodear como un círculo glorioso. Por tanto, la gloria de Dios fue la ropa del hombre. En otras palabras, todo el ser de Adán estaba gloriosamente radiante.

Cuando el hombre pecó contra Dios, perdió la gloria de Dios (ver Romanos 3:23). Pero cuando nació Jesucristo, la gloria de Dios descendió (ver Lucas 2: 9). Y muchos años después, Jesús, antes de morir, le dijo a su Padre: "La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno".

Así que la gloria de Dios que el hombre perdió ahora te ha sido restaurada porque Jesús ha venido. Cuando murió en la cruz, tomó nuestra vergüenza, nos dio su justicia y nos restauró la gloria de Dios.

Pero, ¿qué es exactamente la gloria de Dios? Doxa, la palabra griega para "gloria" aquí, significa tener una buena opinión sobre alguien que resulte en alabanza, honor y gloria. Esto significa que al restaurarnos Su gloria, Dios quiere que tengamos el sentido de que somos dignos de alabanza, honorables y gloriosos debido a Su constante buena opinión de nosotros.

Amado, porque la gloria de Dios está sobre ti, hay un peso en ti. La gente no sabe por qué, pero se anima cuando está en tu presencia. Hay algo en ti que los impacta incluso si solo han estado contigo por un corto tiempo. Cuando hablas, escuchan porque hay sustancia en lo que dices.

Además, debido a que la gloria de Dios está sobre ti, puedes esperar que toque todos los aspectos de su vida: sus finanzas, relaciones, trabajo y salud. Tu cuerpo, por ejemplo, brillará con salud divina.

Entonces, amigo mío, debido a que Jesús ha venido y te ha restaurado la gloria de Dios, sé consciente de la buena opinión constante que Dios tiene de ti. Conoce que hay un peso en tiy levántate ¡brilla!

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