ALIMÉNTATE DIARIAMENTE DE LA PALABRA DE DIOS - Joseph Prince

ALIMÉNTATE DIARIAMENTE DE LA PALABRA DE DIOS

Pero Él respondió y dijo: "Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios".
Mateo 4: 4

La Biblia nos dice que Dios sopló en el hombre y se convirtió en un ser viviente (ver Génesis 2: 7). También nos dice que toda la Escritura es inspirada por Dios (ver 2 Timoteo 3:16, NVI). Esto significa que cuando lees la Biblia o escuchas la Palabra de Dios predicada, estás absorbiendo el mismo aliento de Dios que te da vida.

Es por eso que puede haber ocasiones en que entraste a la iglesia sintiéndote cansado al principio, pero te fuiste al final del servicio sintiéndote renovado y lleno de energía. ¡La Palabra de Dios había infundido vida a tu cuerpo! También he visto a muchos de los miembros de nuestra iglesia volverse más saludables, más fuertes y aún más jóvenes porque pasan tiempo en la Palabra de Dios.

No es de extrañar que Proverbios 4:22 nos diga que las palabras de Dios son "vida para quienes las encuentran y salud para toda su carne". Entonces, si está enfermo o si los síntomas están atacando su cuerpo, duplique la medicina de Dios. Simplemente aliméntese más de la Palabra de Dios y encontrará que la vida y la salud fluyen nuevamente por su cuerpo.

Jesús dijo que el hombre no solo de pan vivirá, sino de toda palabra que salga de la boca de Dios. Si es importante comer todos los días, ¿cuánto más alimentarnos de la Palabra de Dios? Jesús quiere que sepamos que necesitamos la Palabra de Dios incluso más que nuestras comidas diarias. Él nos hizo, por lo que Él sabe mejor lo que nuestro cuerpo necesita a diario.

Entonces, hagas lo que hagas, recuerda alimentarte diariamente de la Palabra de Dios. Lea su Biblia en la comodidad de su hogar o en la oficina durante el almuerzo. Ponga CD de sermones mientras conduce al trabajo o hace las tareas del hogar. Si prefiere algo más visual, vea los DVD sobre la predicación de Su Palabra. ¡Elija la forma que prefiera y obtenga Su Palabra en usted!

Amado, no puedes vivir cuando dejas de respirar. De la misma manera, ¡no puedes vivir sin la Palabra porque es el mismo aliento de Dios el que te da vida y salud!