sábado, 1 de mayo de 2021

Vence el temor - Joseph Prince


Vence el temor

Y Josafat tuvo miedo, y se puso a buscar al SEÑOR, y proclamó ayuno en todo Judá. Entonces Judá se reunió para pedir ayuda al SEÑOR; y de todas las ciudades de Judá vinieron a buscar al SEÑOR.
2 Crónicas 20: 3-4

¿Ha estado en una situación en la que sus circunstancias parecen completamente desesperadas? ¿Dónde te sentiste inmovilizado y abrumado por los desafíos que te rodean, sin salida o incluso un respiro temporal a la vista? Quizás bajo el peso acumulado de todo lo que viene contra ti de una vez, sientes como si toda tu vida estuviera fuera de control y se desmoronara.

Eso es exactamente lo que le sucedió al rey Josafat y a la pequeña tribu de Judá cuando fueron sitiados en todos los frentes por tres ejércitos poderosos y sedientos de sangre que avanzaban rápidamente hacia Jerusalén (2 Crón. 20). Con sus enemigos empeñados sin piedad en aniquilarlos a ellos y a todos los habitantes de Jerusalén, se enfrentaban a una situación desesperada y desesperada, y parecía que estaban destinados a un final trágico.

Cuando se le informó a Josafat que una gran multitud venía contra él, su primera reacción fue de miedo. No sé ustedes, ¡pero esto me da esperanza! Estoy muy contento de que la Palabra de Dios nos dé un retrato auténtico de quién era Josafat.

No era un rey guerrero valiente que siempre estuviera lleno de fe y dotado de una dosis desproporcionada de coraje ardiente, siempre dispuesto a derrotar a sus enemigos. No, era un chico normal. Hizo lo que tú y yo hubiéramos hecho: entró en pánico.

Pero lo que distingue a Josafat fue que incluso cuando tenía miedo, lo primero que hizo fue “ponerse a buscar al Señor” (2 Crón. 20: 3). Eso es algo que tú y yo también debemos aprender a hacer siempre que tengamos miedo. En lugar de sumergirse más profundamente en el abismo de la derrota personal, sepa que cuando se sienta abrumado por sus circunstancias, ese es el momento en que debe dedicarse a buscar al Señor.

Ciertamente no es el momento de huir de Dios o amargarse, enojarse, frustrarse y decepcionarse con Él. Dios no es el autor de tus problemas. Él es el autor y consumador de tu fe, victoria y éxito.

Josafat nos muestra que está bien experimentar ataques de miedo de vez en cuando. Dios no te condena cuando tienes miedo. Pero cuando recibas un informe médico negativo o alguna mala noticia sobre su familia o negocio, proponte buscar al Señor. ¡Jesús es tu respuesta! Su perfecto amor por ti echará fuera todo temor.

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