Capítulo 1
Estar Firmes con la Armadura de Dios
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Efesios 6:11
El Diablo Ataca a la Imagen de Dios
La guerra espiritual es una parte vital de nuestro caminar con Dios. Hay una guerra a nuestro alrededor la cual es invisible. No la puedes ver físicamente. Pero es real. Una vez que has nacido, automáticamente tienes un archi-enemigo dedicado a tu destrucción. Su nombre es Satanás. Él es el enemigo de cada hombre, mujer y niño. Ya sea que eres cristiano o no, él te odia porque cuando Dios te hizo, Él te hizo a Su propia imagen.
Algunas veces, ves que te pasan cosas que están fuera de lo normal. Cuando notas que esas cosas están pasando regularmente, y has tratado de lidiar de manera natural con ellas sin ningún éxito, no se necesita un científico espacial para que sepas que estás siendo atacado espiritualmente. El diablo es un poquito como la mujer que ha sido rechazada, por su novio. Ella guarda sus fotos y cada vez que las mira, ella se vuelve un poquito loca. Comienza a atacar la foto, y a jurar y a maldecirlo. ¡Pronto aparecen hoyos y raspadas en la foto! Si ella no puede atacar a su novio, ciertamente atacará su fotografía.
La Biblia no nos enseña cómo capotear nuestros problemas ¡nos enseña cómo caminar en victoria siempre!
El diablo hace lo mismo. Él no puede tener a Dios porque Dios es demasiado poderoso para él, así que él va contra la imagen de Dios—tú y yo. Pero la diferencia es esta: Cuando hay un ataque del diablo, si eres cristiano, la Palabra de Dios te dice cómo pararte victorioso en la victoria que tienes en Cristo. Por otra parte, si no eres un creyente, entonces tú estás bajo el dominio del diablo y puede tomar tu número en cualquier momento.
No sólo Capotees, Camina en Victoria
Las buenas noticias hoy día es que la Biblia no nos enseña cómo capotear nuestros problemas, ¡nos enseña cómo caminar en victoria siempre! El mundo nos enseña a cómo capotear. Hay seminarios que nos enseña cómo capotear con la depresión, enfermedad y relaciones rotas. Pero Dios desea que nosotros los superemos. Su Palabra nos muestra cómo experimentar victoria sobre todas estas cosas. Esa es la diferencia entre lo que Dios quiere para nosotros y lo que el diablo quiere hacernos.
Otra diferencia es esta: Una vez que crees en Cristo, tú tienes todas las cosas en Cristo. ¡Todas las cosas! La Biblia dice en Efesios 1:3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. Fíjate ahora en el tiempo que usó para indicar una acción del pasado— ¡Él nos ha bendecido—con todas las cosas!
El mundo piensa que lo tiene todo. Las personas que no creen en Dios pueden jactarse de tener mucho. Ellos dicen: “Soy muy rico. Tengo mucho. Mira mi casa. Mira mi auto. Mira mi cuenta de banco.”
En Génesis 33:9, Esaú le dijo a su hermano gemelo Jacob que él tenía abundancia:
Pero Esaú dijo: “Ya tengo en abundancia, mi hermano. Quédate lo que tienes para ti mismo.”
Recuerda que Jacob había engañado a Esaú sobre la bendición de la primogenitura de su padre Isaac. Así que Esaú se volvió muy amargado y rencoroso contra Jacob. Jacob huyó y los hermanos estuvieron separados por muchos años. Un día, se encontraron otra vez. Jacob aún estaba temeroso de Esaú por lo que le había hecho muchos años atrás. Pero Jacob no sabía que Dios había derretido el corazón de Esaú. Así que Jacob envió regalos a Esaú para apaciguarlo.
Génesis 33:10-11
Y dijo Jacob: No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanto favor me has recibido. Acepta, te ruego, mi presente que te he traído, porque Dios me ha me ha hecho merced, y todo lo que hay aquí es mío. E insistió con él, y Esaú lo tomó.
¡Mientras que Esaú tenía abundancia, Jacob tenía todo lo que necesitaba! El mundo puede jactarse de tener mucho. Tú sabes, es posible vivir en una gran casa con muchos cuartos y no tener una buena noche de sueño en ninguno de esos cuartos. Es posible tener todo el dinero que deseas, y sin embargo estar tan lleno de depresión, sin descanso y ansioso. Pero tú, hijo de Dios, tienes todas las cosas. En Cristo, tú tienes todo. Tienes vida eterna. Tienes todas las promesas de Dios escritas en la Biblia. Tienes el Espíritu Santo y puedes tener todos los frutos del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre, fe, y templanza.
Pero aquí hay otra importante distinción entre tú, el creyente, y los no creyentes: No sólo tú tienes todas las cosas, el diablo te presta extra atención porque estás hecho a la imagen de Dios. Mi amigo, ¡bienvenido a la guerra espiritual!
Ponte La Armadura de Dios
Así que ¿cómo pararnos contra el diablo? ¿Qué instrucciones nos ha dado Dios para ayudarnos a soportar en la victoria que ya tenemos en Cristo? ¡La respuesta descansa en la armadura de Dios! ¿Pero, qué es la armadura de Dios?
Veamos en Efesios 6:10-18
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
Observa el versículo 13: “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.” La Biblia nos dice que debemos tomar la armadura de Dios. Dios nos dice que debemos de ponernos Su armadura. Dios tiene una armadura. Esta es la que Jesús vistió cuando Él caminó sobre la tierra. Él dejó la armadura atrás para nosotros cuando Él regresó al cielo.
Así que tenemos la armadura de Dios hoy día. Y cuando nos ponemos Su armadura, el diablo no sabe quién está dentro de ella. ¡Todo lo que él sabe es que esa armadura fue la que lo derrotó 2,000 años atrás! Tú y yo nos vemos exactamente igual que Jesús cuando vestimos Su armadura. Podrías sentirte como si estuvieras débil, pero cuando estás dentro de la armadura, el diablo te ve fuerte.
Es como estar en el traje de Batman. En las diversas películas de Batman, los directores tuvieron diferentes actores desarrollando el papel de Batman. Uno de ellos fue Michael Keaton. Ahora, ¿Cuántos de ustedes saben que Michael Keaton no tiene un tamaño grande? Pero una vez que él se puso el traje, se veía enorme, musculoso e indestructible. ¡Ese traje de Batman, incluso, tiene incorporado un “six-pack”! Cualquiera se vería increíble en ese traje. Así que, aunque Michael Keaton no es muy grande, dentro del traje de Batman, él se ve asombroso.
De igual manera, cuando tú estás en la armadura de Dios, el diablo no sabe de tu debilidad y no ve el miedo que pudieras tener. ¡En esa armadura, tú te ves como Jesús para él!
Algunos de ustedes podrían estar familiarizados con una enseñanza que fluyó a través de la iglesia algunos años atrás, en el cual los cristianos estaban urgidos para “abrocharse” la armadura de Dios cuando se levantaban cada mañana. Así que, cuando te levantas en las mañanas, te “abrochas” el cinturón de la verdad, entonces te “abrochas” la coraza de justicia, entonces tus zapatos de la paz, y así. Recuerdo haber hecho esto durante un tiempo. ¡Así que me sentía como Batman poniéndome su traje y accesorios!
El problema con esta enseñanza es que puedes terminar atrapado en la disciplina de ponerte todas estas piezas de la armadura cada mañana, que podrías olvidar lo que esas piezas significan. Si lees cuidadosamente el pasaje de Efesios 6, verás que cada pieza de la armadura tiene un significado especial y un propósito. Sin embargo, en vez de enfocarme en la enseñanza que hay detrás de cada pieza de la armadura, me enfoqué simplemente en el proceso de abrochar las piezas en su lugar cada día. Chico, ¡me abrochaba las piezas todos los días! Incluso, me sentía desnudo cuando no lo hacía. ¡Y al mismo tiempo, estaba perdiendo el punto central!
La Armadura de Dios Tiene Siete Piezas
¿Sabes que hay siete piezas en la armadura de Dios? Se ha dicho que solo hay seis piezas. Pero seis es el número de hombre. Goliat medía seis codos y un palmo, su lanza de hierro pesaba 600 siclos y tenía una armadura de seis piezas. Siete, por otra parte, es el número de la perfección o integridad. Dios hizo el mundo en seis días, y el séptimo, Él descansó.
Ahora bien, para ser precisos, la armadura tiene cinco piezas, más dos. Las primeras cinco son defensivas. El cinturón es defensivo— sostiene a las demás piezas. El casco es defensivo—protege tu cabeza. La coraza protege tu corazón. Los zapatos protegen tus pies y el escudo protege tu cuerpo entero. Pero los últimos dos—la espada del Espíritu y la oración en el Espíritu Santo—son ofensivos.
Antes de ver cada una de las piezas de la armadura detalladamente, descubramos primero algo más acerca de los mitos y verdades de la guerra espiritual.
Gracias por compartir este blog. Bendiciones sobre todo en su vida.
ResponderEliminarHermoso
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