viernes, 27 de noviembre de 2020

GRACIAS POR SU CAMINO A LA PAZ - Joseph Prince


GRACIAS POR SU CAMINO A LA PAZ

Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, con oración y súplica, con acción de gracias, sean conocidas vuestras peticiones ante Dios.
Filipenses 4: 6

Probablemente habría leído este versículo antes, pero ¿le gustaría saber cómo aplicarlo en su vida diaria? Déjame darte una ilustración para ayudarte.

Supongamos que usted es uno de los miembros de tu empresa elegible para una promoción y mañana sabrá si la obtiene. Quiere la promoción desesperadamente porque significa más ingresos para su familia. Así que te acuestas en la cama por la noche dando vueltas y vueltas. Oras: “Padre, por favor, elimine todas mis preocupaciones acerca de esta promoción. Dame fe." Una hora después, estás más ansioso que nunca. ¡Parece que Dios no está respondiendo tu oración!

¿Cómo? Porque no lo estás haciendo a la manera de Dios.

Ora así en su lugar: "Padre, dejo todas mis preocupaciones sobre la promoción en Tus manos amorosas porque Tú me cuidas y me amas". La Biblia nos dice que depositemos todas nuestras preocupaciones en el Señor porque Él se preocupa por nosotros (ver 1 Pedro 5: 7). Luego, di: "Padre, me gustaría tener el ascenso". Está bien pedirle eso. Ahora, aquí viene la parte más poderosa: la acción de gracias. Termina con acción de gracias. Den gracias a Dios por su fidelidad.

Diga algo como: “Padre, ya sea que obtenga el ascenso o no, te agradezco que siempre proveerás a mi familia con más que suficiente. Tú que alimentas a las aves del cielo y vistes los lirios del campo, nos cuidarás. Así que no me voy a preocupar por esta promoción. Tú eres la fuente de todas mis bendiciones” (ver Mateo 6:30, Filipenses 4:19).

Cuando oras así, de repente, ya no eres rehén de la promoción. Yo llamo a esto la terapia de "gracias". Cuanto más conozca la Palabra de Dios, más podrá agradecerle. Cuanto más le agradeces, más reina su paz en tu corazón. Y muchas veces, antes de que te des cuenta, ¡es de mañana! Ni siquiera recuerdas quedarte dormido. La paz de Dios reina así.

Amigo mío, sea cual sea tu preocupación, llévaselo a tu Padre en oración y agradece tu camino hacia la paz.

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