domingo, 25 de julio de 2021

La ley perfecta de Dios se cumplió perfectamente - Joseph Prince

La ley perfecta de Dios se cumplió perfectamente

Y a ti, estando muerto en tus delitos y en la incircuncisión de tu carne, él te ha dado vida juntamente con él, habiéndote perdonado todas las ofensas, habiendo borrado el acta de los decretos que estaban contra nosotros, que eran contrarias a nosotros. Y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz.
Colosenses 2: 13-14

Cuando consideramos el relato de la mujer sorprendida en adulterio en Juan 8, curiosamente, la Biblia guarda silencio sobre lo que Jesús escribió en el suelo con Su dedo en respuesta a los fariseos sobre el asunto (Juan 8: 6). Pero creo que cuando se inclinó, estaba escribiendo la Ley de Moisés.

He estado en Jerusalén muchas veces. Durante una de mis visitas hace muchos años al recinto del templo donde Jesús habría conocido a esta mujer, el Señor me abrió los ojos para ver que el suelo del recinto del templo estaba hecho de adoquines duros. Esto significa que Jesús no estaba escribiendo en tierra. Escribía con su dedo sobre piedra.

Luego, en un instante, vi que Jesús estaba escribiendo la ley en piedra. Efectivamente, les estaba diciendo a los fariseos: “¿Se atreven a enseñarme acerca de la ley de Moisés? Yo soy el que escribió la ley". Jesús escribió dos veces en el suelo con su dedo, completando así la tipología, ya que sabemos que Dios escribió los Diez Mandamientos con su dedo dos veces.

Moisés destruyó el primer conjunto de los Diez Mandamientos cuando vio a los israelitas adorando al becerro de oro al pie del monte Sinaí. Entonces Dios escribió otro conjunto sobre piedras y se lo dio a Moisés para que lo colocara debajo del propiciatorio en el arca del pacto.

Nunca había escuchado a nadie predicar esto antes, era una nueva revelación directamente del cielo. ¡Me encanta cuando el Señor abre mis ojos para ver Su gracia!

¿Sabes por qué es tan emocionante saber lo que Jesús escribió en el suelo ese día? Es tan significativo porque nos muestra que el mismo autor de la ley perfecta de Dios no usa la ley para juzgarnos y condenarnos hoy. Y no es porque Dios simplemente decidió ser misericordioso con nosotros. ¡No!

Es porque Jesús mismo cumplió con todos los justos requisitos de la ley en nuestro nombre y tomó sobre sí mismo cada maldición y golpe de castigo por nuestros pecados en su propio cuerpo en la cruz. Somos perdonados porque fue juzgado. ¡Somos aceptados porque fue condenado!

Cualquiera que sea tu desafío hoy, tu respuesta se encuentra en recibir una nueva revelación de cuánto has sido perdonado en Cristo.

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