Fiel a tu estimación - Joseph Prince

Fiel a tu estimación

Y el sacerdote lo valorará,  sea bueno o sea malo; conforme a la estimación del sacerdote, así será. 

Levítico 27:12

Tu colega dice que esta semana va a ser pésima porque el nuevo jefe es malo. No estás de acuerdo y dices que va a ser una semana bendecida. Ambos pasarán por la misma semana, pero con resultados muy diferentes. Si bien la semana de tu amigo será realmente pésima, la tuya estará llena del favor del Señor.

En el Antiguo Testamento, cuando alguien traía lo que tenía al sacerdote para que lo valorara, cualquiera que fuera el valor que el sacerdote determinaba, era así. Si consideró que era de buen valor, entonces era de buen valor. Si lo evaluó como de bajo valor, entonces era de bajo valor.

Hoy, también eres sacerdote debido a la sangre de Jesús (ver Apocalipsis 1: 5–6). Y "como tú, el sacerdote, lo valoras, así será". Si evalúas tu año como uno de grandes avances financieros, también lo será para ti. Si evalúas que tu vida está llena de salud divina, así será para ti.

Había un paciente con accidente cerebrovascular que estaba postrado en cama. Mientras escuchaba mis sermones grabados, evaluó que con Dios como su salvación, su vida sería larga y satisfactoria (ver Salmo 91:16). Creía que Dios lo ayudaría a caminar de nuevo. No mucho después de su evaluación, pudo caminar y ya no estaba atado a la cama. La siguiente evaluación que hizo sobre su salud fue la recuperación completa con Dios como su ayudante.

De hecho, tienes más autoridad que los sacerdotes levitas del Antiguo Testamento. Ellos pertenecían al antiguo sacerdocio de los hombres mortales. ¡Pero ustedes pertenecen al sacerdocio  mayor y “para siempre” de Jesús (ver Hebreos 7: 8,17)! No solo eso, eres un rey-sacerdote (ver Apocalipsis 1: 6). En otras palabras, ¡tú también eres un rey! Y como rey, tu evaluación también es vinculante porque donde está la palabra de un rey, ¡hay poder (ver Eclesiastés 8: 4)!

Amigo, esto significa que tienes una doble porción de poder de evaluación. Por lo tanto, evalúa con osadía las cosas buenas para s

tu vida, ¡y así será para ti!