JESÚS TOMÓ TU LUGAR PARA QUE PUEDAS TOMAR EL SUYO
Mateo 27:46
¿Sabes que fue en la cruz donde Jesús se dirigió a su Padre llamándolo “Dios” por primera vez? Siempre se había dirigido a Su Padre como "Padre". Pero en la cruz del Calvario, se dirigió a Su Padre llamándolo "Dios".
Jesús perdió esa relación Padre-Hijo cuando te representaba y cargaba tus pecados en la cruz para que hoy puedas llamar a Dios “¡Abba! ¡Padre!" (ver Romanos 8:15) y tener una relación amorosa de padre e hijo con Dios para siempre. Jesús fue abandonado por Dios y Su mundo se volvió muy oscuro en esa colina solitaria, de modo que en tu hora más oscura, Dios siempre te dirá: “¡Nunca te dejaré ni te desampararé!” (Hebreos 13: 5).
En el momento en que Jesús más necesitaba a Dios, Dios le dio la espalda. Dios tuvo que darle la espalda a Su Hijo porque Sus ojos son demasiado santos para contemplar todo el pecado que había en el cuerpo de Su Hijo. Y debido a que Dios le dio la espalda a Jesús, nunca te dará la espalda a ti. En cambio, verás el rostro de favor de Dios brillando sobre ti todo el tiempo.
Jesús también tomó tu lugar sin protección en la cruz. ¡Por primera vez, Él renunció a la protección divina para que puedas tenerla todos los días de tu vida! Y debido a que se convirtió en pecado, tomó tu maldición en la cruz para que hoy, al recibir Su regalo de justicia, recibas solo bendiciones de Dios.
Jesús recibió todo el peso de la ira de Dios en Su cuerpo de una vez por todas cuando cargó con tus pecados. Toda la ira y la condenación de Dios cayeron sobre él, consumiendo todos tus pecados hasta que la ira de Dios se agotó.
Hoy Dios no está enojado contigo. El cuerpo de Jesús absorbió todo: tus pecados, maldiciones y la ira y la condenación de Dios. ¡Así que vive la vida esperando no ver el juicio, sino la bondad y las bendiciones de Dios!
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