Comer fresco - Joseph Prince

Comer fresco

Por tanto, hermanos, teniendo libertad de entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesús, por un camino nuevo y vivo que Él consagró para nosotros, a través del velo, es decir, Su carne.
Hebreos 10: 19-20

Cuando Dios proporcionó maná para los hijos de Israel en el desierto, Moisés le dijo al pueblo: “Que nadie deje nada para la mañana” (Éxodo 16:19). Cuando algunos de ellos no hicieron caso de las palabras de Moisés y se quedaron con algunos hasta la mañana siguiente, engendró gusanos y apestaba.

Esto me recuerda la ley que los hijos de Israel debían observar cuando traían la ofrenda de paz en acción de gracias: “La carne del sacrificio de su ofrenda de paz en acción de gracias se comerá el mismo día en que se ofrezca. No dejará nada de ella para la mañana” (Lev. 7:15).

Estos dos versículos hablan de comer fresco y no dejar que el maná o la carne del sacrificio se vuelvan rancios. De la misma manera, cada vez que participamos de la santa Comunión, pidamos al Señor una nueva revelación de lo que hizo por nosotros en la cruz.

Nunca nos familiaricemos tanto con la Sagrada Comunión como para empezar a verla como algo común y corriente. Sostenemos el cuerpo destrozado del Hijo de Dios y bebemos de Su sangre derramada.

¿Le gustaría tener una nueva revelación de la Santa Comunión? En el pasaje de las Escrituras de hoy, la Palabra de Dios nos dice que a través de la cruz, nuestro Señor Jesús consagró un "camino nuevo y vivo" para que nos acerquemos a Dios no con miedo y temor, sino con confianza. Él permitió que su propia carne fuera desgarrada para que hoy podamos tener libre acceso a nuestro amoroso Padre.

Quiero llamar su atención sobre la palabra griega original utilizada para nuevo aquí. Es la palabra prosphatos y significa "recientemente sacrificado, recién matado". ¿Por qué el Espíritu Santo usó aquí esta palabra inusual?

Porque cada vez que participas de la santa Comunión, Dios no quiere que participes como si estuvieras conmemorando un evento histórico que tuvo lugar hace mucho tiempo. La cruz trasciende el tiempo. Al participar de la Santa Comunión en memoria de Él, mira a tu Señor Jesús ante ti, como si estuviera en el Calvario.

Mira a su Señor Jesús recién sacrificado, cargando todas tus enfermedades y cargando todos tus dolores. No participes de manera ritual, sino presiona para obtener una nueva revelación de Su amor que se demostró en la cruz.