Transformación sobrenatural
La ocupación de Cristo te hace osado pero no superior, humilde pero no inferior. Cuando nuestras mentes están ocupadas con Jesús, no tenemos que tratar de ser humildes. En presencia del Rey-Siervo, nuestros corazones se transforman sobrenaturalmente y llevaremos Su corazón de siervo. En otras palabras, cuando salgas con Jesús, todo lo que Él es se te pegará. Tus pensamientos y tus palabras estarán llenos de la fragancia de Su dulce presencia y gracia. Toda tu inferioridad e inseguridades se desvanecerán en Su maravilloso amor por ti. Se necesitan personas que estén verdaderamente seguras en Cristo para poder inclinarse y servir a los demás con genuina humildad.
De manera similar, cuando eres valiente y audaz en Cristo y en Su amor por ti, no se manifiesta como orgullo y arrogancia carnales, sino más bien como una completa dependencia del Dios Todopoderoso. Piensa en cómo el joven David bajo por el valle de Ela y desafió al gigante Goliat, mientras el resto de los hombres bien entrenados y adultos del ejército de Israel se encogieron de miedo. ¿Fue eso simplemente una muestra de valentía juvenil o una genuina dependencia de Dios?
Para el ojo inexperto, David podría haber parecido un pequeño mocoso insolente. Pero sabemos de dónde viene esta confiada osadía de acero cuando estas audaces palabras de un simple adolescente resonaron por todo el valle: “Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina. Pero yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, Dios de los ejércitos de Israel, a quien tú has desafiado” (1 Samuel 17:45). Por sus palabras, podemos decir que el joven David estaba claramente ocupado con el Señor de los ejércitos y no con él mismo o sus habilidades.
Cuando tus pensamientos están ocupados con el Señor, ¡te conviertes en un asesino de gigantes! ¿Hay gigantes en tu vida hoy que necesitan ser asesinados? Como el joven David, ocupa tu mente en el Señor, y Dios te llenará del valor y la osadía para superar todas tus adversidades. Escucha las palabras de David en el Salmo 18:29: "Porque por ti puedo correr contra una tropa, por mi Dios puedo saltar un muro". Deja que estas palabras de fe y osadía se establezcan en su corazón. ¡Con Dios de tu lado, nada es imposible!
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