Toma asiento y comienza a reinar
Hay muchos creyentes que son derrotados porque están luchando por calificar para las bendiciones de Dios a través de sus propias obras. Lo que debes entender es que el esfuerzo propio te privará de reinar en la vida por la gracia de Dios. No puedes ganarte la salvación, la curación o el avance financiero por tus propios esfuerzos. Si el milagro más grande, ser salvo y vivificado con Jesús, viene por gracia a través de la fe, y no por sus obras, ¿cuánto más los milagros menores, como la curación, la provisión y los matrimonios restaurados?
No se trata de tu trabajo o desempeño, sino del trabajo y desempeño de Jesús. Solo Su obra es una obra terminada. ¡Y no solo se sentó a la diestra del Padre, sino que las Escrituras de hoy declaran que también nos hizo sentarnos con Jesús! ¿Qué significa esto? Bueno, amigo mío, "sentarse" en la Biblia es una imagen del creyente descansando en la obra perfecta y terminada de Jesús. Cristo ha terminado toda la obra en la cruz a tu favor y ahora está sentado a la diestra de Dios. Como todo se ha logrado en su nombre, esto significa que puede dejar de depender de sus propios esfuerzos para ganar y calificar para las bendiciones de Dios en su vida. ¡Puedes sentarte con Jesús a la diestra del Padre!
Ahora, escucha atentamente lo que estoy diciendo. No estoy abogando por una vida de pasividad y pereza con respecto al estudio de la Palabra de Dios, la oración o la adoración. Cuando se trata del éxito en tu trabajo, tampoco estoy diciendo que no debas ser diligente o buscar desarrollar tus habilidades.
La gracia de Dios no te vuelve perezoso e improductivo. Al contrario, te hace trabajar más abundantemente para Su gloria. El apóstol Pablo, un predicador de la gracia de Dios y la obra consumada de Jesús, dijo que "trabajó más que todos ellos" (1 Corintios 15:10). Lo que debes darte cuenta es que, en el nuevo pacto, la manera de Dios es bendecirte primero, y el conocimiento de Su bendición luego te da poder para trabajar más abundantemente. En otras palabras, no trabajamos para ser bendecidos, sino que tenemos el poder de trabajar porque ya somos bendecidos. ¿Puedes ver la premisa diferente para trabajar en el nuevo pacto?
Amigo mío, Jesús ha logrado todo por nosotros en la cruz. Nuestra parte es confiar en Su obra perfecta. Recibe con los brazos abiertos Su abundancia de gracia y Su don de justicia, siéntate y comienza a reinar en vida a través de Él. Hoy, permite que sea tu oración que deje de tratar de ganarse la gracia y la justicia de Dios. Deja que el Espíritu Santo te enseñe a comenzar a depender de la obra terminada de Jesús y a comenzar a recibir por Su gracia. ¡Este es el camino de Dios hacia el éxito, la integridad y una vida victoriosa!