EDIFÍCATE A TI MISMO: ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO - Joseph Prince

EDIFÍCATE A TI MISMO: ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO

El que habla en lenguas, se edifica a sí mismo...
1 Corintios 14: 4

Muchos carismáticos creen que cuando hablas en lenguas, edificas o fortaleces a tu hombre espiritual. Bueno, eso es solo un tercio de verdad. La Biblia no dice que el que habla edifica su espíritu. No, dice que el hablante "se edifica a sí mismo". Esto significa todo su ser: espíritu, alma y cuerpo. Así que el que habla en lenguas no solo edifica su espíritu, sino también su alma y su cuerpo.

Amado, si te sientes agotado emocionalmente o simplemente cansado físicamente por una semana agitada, comienza a orar en lenguas y permite que el Espíritu Santo te edifique. El Espíritu de Dios en ti sabe exactamente lo que necesitas y te dará descanso y recargará —espíritu, alma y cuerpo— mientras te entregas a Él y oras en lenguas. A veces, cuando estoy cansado después de un largo vuelo y todavía necesito predicar en una conferencia, oró en lenguas para edificarme. He descubierto que cuando hago esto, a pesar del desfase horario, tengo la fuerza y ​​la claridad mental para predicar un mensaje ungido y hacer lo que sea necesario para el día.

Uno de los miembros de nuestra congregación, un hermano de 74 años, decidió fortalecer su cuerpo, específicamente, su corazón. Había descubierto que dos de sus arterias estaban bloqueadas en un 70% y cinco vasos más pequeños estaban bloqueados en un 80%. Así que durante un servicio en la iglesia, cuando les pedí a aquellos que querían ser sanados de problemas cardíacos que se pusieran de pie, él se puso de pie, puso su mano sobre su corazón y oró en lenguas.

Compartió que en ese momento, creyó que el Espíritu Santo lo tocó y se convirtió en una persona diferente. Cuando fue a su chequeo médico, su cirujano descubrió que todas las obstrucciones en sus arterias y vasos sanguíneos habían desaparecido. Incluso se canceló una operación programada relacionada con el corazón, ya que ya no era necesaria. De hecho, era una persona diferente. Literalmente tuvo un cambio de corazón, ¡un nuevo corazón de Dios!

Amado, es posible que no tengas una afección cardíaca, pero aún puedes orar en lenguas por tu área de necesidad. Empieza a edificarte hoy, espíritu, alma y cuerpo, y disfruta de la sanación, el bienestar, el poder y la sabiduría que solo el Espíritu Santo puede brindar.